Como el calor a la vela me consumes en un suspiro, soy la joya que no has usado y la palabra que más has repetido, soy un sinfin de letras escritas en la última hoja, no soy tuyo y soy de ti, como la última caricia que recorrió tu cintura, como el último cigarrillo que fumé a tu lado en la cama.
Quiero encontrarte en mis madrugadas, para acariciar con mi codo un costado de tus costillas, para perderme en tu aroma cuando respiro sobre tu espina, para dejarte escribir tus secretos en mi cortina...