Siempre la visualizé como un avión, ella misma así se dibujaba, se vendía ante mí como la sonrisa que me llevaría a volar por tierras lejanas, mientras sus protocolos encajaban a la perfección con mi cotidianidad.
Caminábamos por las plazas en las madrugadas y le gustaba contemplarme mientras fumaba 3 cigarrillos y pretendía ser el vocalista de cualquier grupo que estuviese tocando... porque soy mil melodías.
Ese avión a mi me lo quitó el tiempo, y con la distancia empecé a dibujar como volaba en mi cabeza, a pesar que nunca lo había visto planear en la vida real.
Ese avión lo habia destruido el viento, sus alas estaban rotas y el piloto estaba apunto de morir de astío, ese avión nunca volaba, solo me platicaba como lo hacia cuando recordaba que algún día, este logro hacerlo.
Con el tiempo empecé a mirarlo con detenimiento y desengaño. Me compre un avión que no vuela pero yo hacia que viviera planando.
miércoles, 23 de marzo de 2011
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